La demencia describe un conjunto de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficientemente graves para interferir en la vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.
Entre las más conocidas se encuentran:
-Demencia Alzheimer.
-Demencia vascular.
-Demencia por cuerpos de Lewy.
-Demencia frontotemporal.
En los Estados Unidos, se diagnostica a más de 1 millón de personas con esta enfermedad, que es una de las formas más frecuentes de demencia. La enfermedad es progresiva, lo que significa que los síntomas empiezan lentamente y van empeorando con el tiempo.
Por lo general, la enfermedad empieza a los 50 años o más. En promedio, las personas con este tipo de demencia viven entre 5 y 8 años. Sin embargo, muchos viven tan poco como 2 años o hasta 20 años, desde que reciben el diagnóstico hasta el momento de su muerte. El ritmo al que se desarrollan los síntomas y los cambios varían según la salud general de la persona, su edad y la gravedad de estos síntomas.
La mayoría de los casos de demencia con cuerpos de Lewy no son hereditarios y casi nunca hay más de un miembro de una misma familia con esta enfermedad. Ciertas variantes genéticas pueden aumentar la posibilidad de tener demencia con cuerpos de Lewy, pero presentar una variante genética no significa que una persona definitivamente desarrollará la enfermedad.
-Fases de la demencia por cuerpos de Lewy:
La enfermedad se desarrolla en tres fases, en cada fase hay unas características.
-Fase temprana:
En cuestión de movimiento, algunos pacientes pueden experimentar rigidez muscular, temblores, o dificultad para caminar y lentitud.
-Fase intermedia:
Síntomas como deterioro en el habla, desorientación y confusión e incluso disfagia provocan que estos pacientes presenten dificultades para valerse por sí mismos.
-Fase avanzada(final):
En esta fase, los afectados son totalmente dependientes y necesitan asistencia completa para las actividades diarias. Es posible que ya no reconozcan a sus seres queridos y pueden tener dificultades para hablar, tragar o moverse dada la rigidez en músculos y articulaciones.
Cabe destacar que estas fases no siempre se manifiestan en este orden, ya que la progresión de la enfermedad será diferente según cada paciente.**Leyendo este artículo, mi madre se encuentra en la fase intermedia, aunque ella aún no presenta disfagia y en cuanto a la actividad motora ya no puede caminar**
El diagnóstico puede ser todo un desafío, ya que muchos de sus síntomas se asemejan a otras formas de demencia, como la enfermedad de Parkinson o Alzheimer. Los médicos utilizan una combinación de exámenes físicos, pruebas cognitivas y de laboratorio, y a veces pruebas de neuroimagen.
¿Cómo se trata?:
Aunque no hay cura para la demencia con cuerpos de Lewy, hay tratamientos disponibles para ayudar a manejar los síntomas. Estos pueden incluir medicamentos, terapias físicas y ocupacionales, y apoyo psicológico, como grupos de apoyo y psicoterapia.
Aunque no hay cura para la demencia con cuerpos de Lewy, hay tratamientos disponibles para ayudar a manejar los síntomas. Estos pueden incluir medicamentos, terapias físicas y ocupacionales, y apoyo psicológico, como grupos de apoyo y psicoterapia.
Cuidar a alguien con demencia con cuerpos de Lewy puede ser resultar un camino emocional y físicamente desafiante, pero existen algunas recomendaciones que pueden resultar de ayuda en el día a día:
-Mantener las rutinas: tener unas horas establecidas para el aseo, las comidas y la hora de dormir ayuda a evitar a que los pacientes se sientan inquietos o agitados, especialmente por la noche.
-Planificación: en la medida de lo posible, realizad juntos una lista de las tareas que se deben llevar a cabo cada día (rutinas, visitas al médico, actividades) y marcadlas cuando se realicen. Se percibirán como pequeños logros.
-Realizar actividad física: siempre adaptada a la condición de cada persona, el ejercicio regular ayuda no solo a mantener una vida saludable, también puede aliviar los síntomas de la depresión, algo común en personas con demencia.
-Comunicación clara y directa: en las conversaciones, es importante hablar con claridad y de forma sencilla, haciendo uso de gestos y señalamientos si es necesario para reforzar el mensaje. También es importante mantener el contacto visual y explicar una sola idea a la vez para minimizar la confusión.
-Fomentar la estimulación mental: realizar actividades que desafíen y pongan a prueba la mente pueden ayudar a retrasar el deterioro cognitivo e incluso a mejorar nuestras capacidades mentales. Algunos juegos de mesa como el ajedrez, los sudokus o los crucigramas son muy buenas opciones, ya que mantienen al paciente atento, fomentan el pensamiento y mejoran el ánimo.
Fuentes: Alzheimer.gov y El rincón del cuidador